Vitoria, 17 Julio 2002
Festival de Jazz, Polideportivo Mendizarroza
Lista de canciones
- I Love You Baby (Chris Farlowe)
- The Thrill Is Gone (Chris Farlowe)
- Whining Boy Moan
- Talk Is Cheap
- Early In The Morning
- Don't Worry About A Thing
- That's Life
- Whatever Happened To PJ Proby
- Sometimes We Cry (con Chris Farlowe)
- Moondance
- Fast Train
- Vanlose Stairway / Trans-Euro Train
- Meet Me In The Indian Summer
- Sitting On Top Of The World (con Chris Farlowe)
- Something You Got (con Chris Farlowe)
- It's All In The Game
- All Work And No Play
- Philosopher's Stone
- Precious Time
- E: Help Me
- Gloria
Duración: 1h 34m
Artista Invitado: Chris Farlowe
- Richard Dunn - Teclados
- Ned Edwards - Guitarra
- David Hayes - Bajo
- Matt Holland - Trompeta
- Bobby Irwin - Batería
- Martin Winning – Saxo
Entradas
Galería de fotos
Crítica:
La gloria de Van Morrison (pdf, 386k)
Pablo Sanz, El Mundo, 19-07-2002
El León de Belfast y la maravilla orquestral (pdf, 360k)
Javier de Cambra, La Razón, 19-07-2002
Van Morrison, genial pero mejorable (pdf, 352k)
Luis Martín, ABC, 19-07-2002
El huracán Van Morrison arrasa (pdf, 413k)
Miquel Jurado, El País, 19-07-2002
Crónica:
MIGUEL LÓPEZ
Vitoria, 17-7-2003
And it´s a hard road
Even my best friends they don´t know
And I´m searching for, searching for
The philosopher´s stone
Ese fue el punto más alto en el vuelo nocturno que nos pegamos en Vitoria. Un vuelo de cuclillo rojo, de halcón o de pajarraco, vaya usted a saber, pero sin duda una búsqueda colectiva de esa piedra filosofal que Van esconde en los bolsillos de su alma. Para llegar a ese instante Van nos hizo navegar por aguas jazzísticas y nos metió por los meandros del R&Blues, unas veces de la mano de Chris Farlowe (Thrill is gone), otras jugando con buenas versiones del Talk is cheap o Early in the morning, pero siempre con David Hayes sujetando a una banda que supo encajar todas las piezas de ese complejo puzzle que Van traza al ritmo que le dicta su instinto.
Cuando se marcó un fantástico That´s life pudimos entrever que la noche prometía, pero el tono bajó de nuevo hasta que Sometimes we cry volvió a poner las cosas en su sitio. Sí, hacía una maravillosa noche para bailar bajo la luna. Así que llegó el momento más esperado y Van se inclinó para coger la guitarra eléctrica.
Comienza a acariciarla y nos mete dentro de ese dulce y alocado Fast Train. Armónica, guitarra y gemidos. Supongo que la banda le estuvo apoyando, pero tuve la sensación de que estábamos solos Van, su armónica, su guitarra y los locos de esta lista en un tren nocturno que devoraba las estaciones de la vida. La magia dura diez o doce años, no recuerdo bien, pero ese rasgueo deja unos surcos profundos de los que nunca podré escapar. Y es que yo divido los conciertos de Van en dos: en unos coge la guitarra y en otros no. Manías que tiene uno.
Un buen Vanlose stairway lleno de fuerza seguido por Indian summer crean el suficiente ambiente para que Van vuelva a abrazar la guitarra. Esta vez es la acústica, con un sonido demoledor. De sus entrañas brota un extraordinario Sitting on the top of the world, junto a Farlowe, que también me deja anonadado.
Después se mantiene el listón y recuerdo unos buenos It's all in the game y All work no play. Es el momento para Philosopher's stone. Una fuerza descomunal provocada por el viento de esa armónica bestial nos empuja hacia ningún sitio, que es exactamente a donde pretendemos llegar. Después un largo adiós con Precious time, Help me (de lo mejorcito del concierto, pero sin llegar a It´s too late, claro está) y Gloria.
Se encienden las luces y se apaga el sueño. La siguiente noche me voy a ver a B.B. King. Sienta su enorme cuerpazo en una silla, en el centro del escenario, y pide disculpas: le duelen las rodillas. Monta su show, su guitarra lanza sabios estertores y su voz a veces nos recuerda que estamos ante una leyenda, un tanto ruinosa, del blues. Sin embargo, este nuevo concierto me sirve sobre todo para redescubrir el de Van y añorar cada instante que pudimos vivir aquella noche.
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