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Barcelona, 21 Diciembre 2013
Gran Teatre del Liceu
Lista de canciones
- Celtic Swing
- Only A Dream
- Close Enough For Jazz
- I Forgot That Love Existed
- Sometimes We Cry
- Enlightment
- Baby Please Don't Go
- Days Like This
- Moondance
- In The Midnight
- Precious Time
- Crazy Love
- Retreat and View
- Whenever God Shines His Light
- Magic Time
- Brown Eyed Girl
- I Cant Stop Loving You
- Help Me
- Gloria
Duración: 137 min.
Músicos:
- Chris White (Saxophone)
- Shana Morrison (Vocals)
- Alistair White (Trombone)
- Dave Keary (Guitar)
- Paul Moore (Bass)
- Paul Moran (Keyboards)
- Jeff Lardner (Drums)
- Bobby Ruggiero (Percussion)
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Crítica:
Crónica:
“Un truño”. No se puede negar una extraordinaria capacidad de síntesis a la primera valoración que pudimos leer sobre el concierto de Van Morrison en el Liceo. Mi querida Magda Mateu expresaba de forma contundente la frustración del que sale en busca de la mística y sólo recoge una dosis de gran música durante 137 minutos. Otros ilustres miembros del tendido siete, puras sangre como Pep (“El peor de todos los conciertos que he visto de Van”), dedican bastantes más palabras para ahondar en esa desilusión cuasi navideña, la sensación de unos niños a los que los magos de Oriente no han colmado sus íntimos deseos de salvaje intensidad vital, de arrebato caledónico en el garden del Take me Back o por lo menos que empiece la curación en estas semanas astrales.
“Desea lo que ocurre”, es mi dicho estoico favorito. Y lo que ocurre es una banda de ocho músicos que ocasionalmente oficia de big band. Las lindes del concierto fijan un territorio jazzístico, como se apunta abiertamente desde la tercera canción, Close Enough For Jazz. Lo que ocurre es también un Crazy Love, un Baby Please Don´t Go, un Enlightenment o un Sometimes We Cry muy hermosos, rozando la genialidad en el caso de la eterna pieza de Big Joe Williams. Jaume también sintetizó de maravilla: “cinco minutos”. Quizá la suma de estos espacios de elevación fuera algo superior, pero ese tiempo fue inmensamente más pequeño que nuestros deseos. Pasa mucho.
El set list casi lo dice todo. Celtic Swing, Only A Dream, Close Enough For Jazz, I Forgot That Love Existed, Sometimes We Cry, Enlightenment, Baby Please Don't Go, Days Like This, Moondance, In The Midnight, Precious Time, Crazy Love, Retreat and View, Whenever God Shines His Light, Magic Time, Brown Eyed Girl, I Can´t Stop Loving You (el momento que más pena me dio, no llegaba, Van no llegaba!!!), Help Me y Gloria.
Se ofrecieron de forma mayoritaria versiones muy contenidas, rebosantes de matices y buscando un ángulo nuevo en bastantes casos como Days Like This. Los arreglos de ese grupo de músicos se movían siempre en el marco de una férrea corrección formal, sin apenas margen para el vuelo ante la manu militari algo adormecida del genio de Belfast.
La guitarra (había otras, pero durmiendo la siesta) apenas musitó unas sílabas durante la sesión. Era una noche para la sección de vientos, con un Van Morrison formidable al saxo (juguete del que no se alejó en toda la noche), delicioso con la armónica y casi siempre pletórico con el tesoro de su voz.
El 21 de diciembre, al filo del invierno, esperábamos un tiempo primaveral. Parte de la magia que se agazapa en la música de Van Morrison es su poder para desdibujar las fronteras, todas las fronteras. El silencio se confunde con el ritmo; la poesía desnuda a las palabras; el sonido se hace luz; la muerte vive; el pasado es; la lengua escucha, y el ojo es capaz de olfatear la oscuridad. No hay yo y los otros, nada separa a la noche del destello, nunca es siempre y siempre es ya.
¿Un truño? ¿Cinco minutos? ¿El peor de todos los conciertos que he visto de Van? Prefiero un sinónimo: “Concierto correcto”.
Un saludo a tod@s.
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