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San Sebastián, 27 Julio 2005
Sesión - 18:30 h
Kursaal Auditorio
Lista de canciones
1. Inarticulate Speech of the Hear
2. The Way Young Lovers Do
3. Days Like This
4. Stranded
5. All Saints Day
6. Whatever Happened to PJ Proby
7. Talk is Cheap
8. Ain't That Loving You
9. Outskirts of Town
10. Whinning Boy Moan
11. Sometimes We Cry
12. Little village
13. Domino
14. Going Down Geneva > Brand new cadillac
15. Streets of Arklow
16. Precious Time
17. Help Me
18. Brown Eyed Girl
Músicos:
- Jeff Leach - Teclados
- Ned Edwards - Guitarra
- Alec Dankworth - Contrabajo
- Bobby Ruggiero - Bateria
- Matt Holland - Trompeta
- Martin Winning - Saxo
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Crítica
Crónica
Let´s Go Home
Miguel López
Sabíamos que ya estábamos en camino, que su voz nos marcaba con paso firme el sendero hacia la gloria; pero Van se decidió a verbalizarlo para iniciar la zambullida colectiva. Acababa de separar sus labios del saxo, en pleno Little Village , poco después de depositar en su soporte la guitarra eléctrica, unas cuerdas más trepidantes de lo esperado, y él sonrió al constatar que todo le iba a salir bien esa tórrida tarde, que todos los caminos por intrincados que fueran le conducían sin error al sueño de la Música, al espacio prístino del goce creativo, con fraseos endiabladamente complejos que siempre sabían abrirse paso con sorprendentes giros hacia la armonía, con imaginación fresca y toda la sabiduría en el bolsillo, dispuesta a respirar el aire nuevo que llegaba desde el cercano mar: "Let´s go home" . Y fue, tal vez por eso, un Little Village distinto, una telaraña sorprendente, una nueva ruta que inopinadamente nos conducía hacia ese hogareño momento anhelado.
Volvíamos, sí, volvíamos con Van Morrison, volvíamos a casa. E intuyo que no lo hacíamos de la mano de aquellos dulces vientos de Granada, si bien pugnaban también ahora por dar forma precisa al espejismo, con idénticos protagonistas pero envueltos en distintas atmósferas de curación. No sé, tal vez fueron las teclas cristalinas de Mark Jordan las que absorbieron, allá al fondo, todos los sonidos y anhelos para sujetar una canción que se convierte en tu casa, en las paredes donde vivías de niño, cuando Morrison se lo dice, cuando Van nos lo cuenta, cuando el León conjura todos los demonios del tiempo con esas palabras que pronuncia como nadie: "Let´s go home" .
Así que todos fuimos para allá. Llevábamos ya un par de horas de carretera sonora y muchas más de la otra, con movimientos zigzagueantes, con inmersiones y salidas a la superficie, donde el maestro enseñaba el lado sublime de lo trivial y sonreía ante las fruslerías de lo sagrado, en pleno remolino vital que nos arrastra sin atender a ruegos. Como cuando te llevan al huerto y no lo descubres hasta estar dentro. Allí se desparramaron las esencias del blues, del soul, del R&Blues, se oyó el canto de un niño al salir del colegio ( Precious Time se hizo consciente de sí misma); apareció como un fantasma inquietante The Way Young Lovers Do ; sonaron (uno antes y otro después de ese ecuador emocional) un par de Streets of Arklow para arrodillarse y no ponerse en pie; un refrescante Domino ; un fantástico Stranded ; un entrañable (nada más, nada menos) Celtic New Year ; un bellísimo In the Midnight ; un electrizante y evocador Help Me ; un flojo Bright Side of the Road ; un emocionante Here Comes The Night ... tomando pedazos de aquí y de allá, de Moondance y de Magic Time , como el que revolotea aparentemente sin rumbo hasta que te lo dice de golpe y caes en la cuenta: "Let´s go home" .
Van Morrison lo volvió a hacer en Donosti. Nos llevó a casa. Algunos venían de A Coruña, otros desde Mataró o desde Levante y Bilbao, desde el foro o desde Málaga, desde Barcelona o desde cualquier rincón donde alguien se sienta parte de este Van Hispano, este rompeolas de gente en busca de su verdadera casa, gente que se fue un agosto siempre reciente, gente que nos llena de Melancolía , gente que se insulta, gente de apertas, gente que no sabe por qué sale de su casa para buscar su casa, gente que pone el móvil para conectar con los ausentes, gente que se quiere, gente que da y se da.
Llegamos desde lugares dispersos para que el creador de Astral Weeks , ese fuego que nos calienta en las noches más frías, nos dijera "Let´s go home" , un hogar al que me trajo mi maravilloso talismán cuando me recogió de las juguetonas nubes y me dijo con el indescifrable lenguaje del corazón que ella también era mi casa.
Gracias por llevarme a casa.
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